La perversión de la sanidad «pública»

Periódico Diagonal | 'Sanidad pública: una lucha a vida o muerte'

Foto: Periódico Diagonal | ‘Sanidad pública: una lucha a vida o muerte’

Miles de trabajadores y trabajadoras de la sanidad se manifestaron ayer por el centro de Madrid para poner fin a una  huelga de dos días contra el plan de medidas del gobierno de la Comunidad para su sistema sanitario. El plan contempla la privatización total de los seis hospitales de titularidad pública construidos en los últimos años y la privatización parcial del resto mediante la externalización de sus servicios no sanitarios.

Hace unos días, mientras en los hospitales se sucedían encierros y concentraciones, me llegó el siguiente correo electrónico de una persona que conozco que trabaja en el grupo Capio, empresa que gestiona varios hospitales públicos madrileños. Su asunto era: La perversión de la sanidad «pública».

«Hoy estoy pasando vergüenza en mi puesto de trabajo… Para poneros en antecedentes, mi hospital es un hospital privado del Grupo Capio que presta servicio a la Comunidad de Madrid. De hecho hay madrileños para los que éste es su hospital de referencia. El grupo Capio tiene además otros hospitales que funcionan como el mío.

Pues esta mañana ha venido una pareja de 50 y pico años que vive en un pueblo de Madrid, que están los dos y su hijo en el paro desde hace más de tres años, y cuyo hospital es el de Valdemoro, también del grupo Capio. El tema es que a ella en su hospital no pueden hacerle el tratamiento que necesita y en vez de derivarla a un hospital que es público y que está mucho más cerca de su casa, le han dicho que venga aquí… porque el sistema informático es el mismo y el cruce de datos es más sencillo y bla bla bla… Además según tengo entendido el grupo Capio factura muchas cosas por procedimiento, así que me imagino que a Capio le sale mucho más rentable derivarla aquí y cobrar por ese tratamiento, que derivarla al hospital público y «perder» ese dinero. El señor me estaba diciendo que no entendía por qué tenía que venir aquí (tendrá que venir 5 o 6 veces más a lo largo del tratamiento), que no tienen coche y que el billete de tren les cuesta más del doble de dinero para llegar hasta aquí… Y yo no sabía qué coño responderle porque tiene razón… Y a la vez me estaba acordando de la hija de puta de la Espe que iba fardando de que había hecho el área sanitaria única y que cada paciente podría elegir a su especialista. Pues a esta mujer no le han dado opción…

Pues eso, un ejemplo de la perversión de este sistema. Y para terminar de hacerme pasar vergüenza, hoy han venido los trabajadores de otro hospital a protestar delante del mío y han gritado: «a ti que estás mirando, también te están robando»; y tienen razón…».

En su informe sobre los presupuestos regionales para 2013, la Asociación Madrileña de Salud Mental  se basa en la experiencia con Capio para advertir de la degradación y mercantilización que experimentará la atención sanitaria en las zonas donde la gestión de los centros va a ser privatizada.

«[…] Una prueba del interés social de estas empresas la tenemos en que CCV partners, la empresa de capital de riesgo propietaria de CAPIO tiene su sede en el paraíso fiscal de Luxemburgo. Al despatrimonializarse los recursos públicos el poder de negociación de estas  empresas aumenta considerablemente y ya viene sucediendo que las condiciones de pago las renegocian al alza, en un contexto de opacidad de cuentas que en su día fue denunciado por la Cámara de Cuentas. Una de las características más señaladas en las que se basa la supuesta mayor rentabilidad de estas fórmulas es la selección de riesgos (seleccionar patologías, procesos o técnicas rentables y derivación de las no rentables a los hospitales tradicionales). El modelo de salud comunitario, que implica un trabajo en red coordinado, es difícilmente compatible con la búsqueda de rentabilidad de estas formulas privadas. Por ejemplo dos de los tres hospitales que tienen ya esta fórmula de gestión (Torrejón y Valdemoro) carecen de camas y urgencias psiquiátricas (subcontratadas con centros psiquiátricos privados) y en el pliego de condiciones del próximo hospital de Collado-Villalba no figura que vayan a crearse. Los Centros de Salud Mental que pertenecen a estos seis hospitales pueden correr la misma suerte que el Centro de Salud Mental de Navalcarnero, amenazado de cierre al abrirse las consultas externas del nuevo Hospital de Móstoles, gestionado por CAPIO. Otro riesgo añadido es que al producirse la privatización se reduzca las ratio de profesionales».

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, insiste en que da igual que la gestión «sea pública o privada», que las razones de las movilizaciones son «falsas», y su consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, cree que «lo responsable es privatizar si los indicadores de calidad son buenos».

Mientras tanto, las protestas continúan.

Texto: @csevillap

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Una respuesta a La perversión de la sanidad «pública»

  1. Pedro dijo:

    Pandilla de sinverguenzas, y lo peor es que la gente no se mueve, no se siente aludida… Nos están robando a todos delante de nuestras narices, y la calle que tendría que ser un clamor, permanece impasible.

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